Federación de Enseñanza de CCOO | 29 marzo 2024.

COVID-19: Protejamos a los niños contra el trabajo infantil, ¡ahora más que nunca!

    Este año, la campaña será virtual y se organiza conjuntamente con una marcha mundial y la Alianza Internacional de Cooperación en esta materia.

    12/06/2020.
    Imagen del informe "El impacto del COVID-19 en el trabajo infantil y el trabajo forzoso: La respuesta del Programa de referencia IPEC+"

    Imagen del informe "El impacto del COVID-19 en el trabajo infantil y el trabajo forzoso: La respuesta del Programa de referencia IPEC+"

    En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, todas las organizaciones se centran en el impacto de la crisis actual en este ámbito. La pandemia y el consiguiente problema económico y laboral están teniendo un gran impacto en la vida y los medios de subsistencia de las personas. Lamentablemente, niñas y niños suelen ser los primeros en sufrir. La crisis puede empujar a millones de menores vulnerables al trabajo infantil. Se estima que ya hay 152 millones en dicha situación, de los que 72 millones realizan trabajos peligrosos. Estos niños y niñas ahora tienen un riesgo aún mayor de enfrentar circunstancias aún más difíciles y de trabajar más horas al día.

    Si bien es cierto que el número de niños y niñas en situación de trabajo infantil ha disminuido en 94 millones desde 2000, la tasa de reducción se desaceleró en dos tercios en los últimos años. Una de las metas del ODS 8 exige el fin del trabajo infantil en todas sus formas para 2025.

    Muchos niños en todo el mundo participan en formas de trabajo remuneradas y no remuneradas que no son perjudiciales para ellos. Sin embargo, se considera niños trabajadores cuando son demasiado jóvenes para trabajar o participan en actividades peligrosas que pueden comprometer su desarrollo físico, mental, social o educativo. En los países menos adelantados, algo más de uno de cada cuatro niños (de 5 a 17 años) realiza trabajos que se consideran perjudiciales para su salud y desarrollo.

    África ocupa el primer lugar entre las regiones, tanto por porcentaje de niños en trabajo infantil (un quinta parte) como el número absoluto de niños en situación de trabajo infantil: 72 millones. Asia y el Pacífico ocupan el segundo lugar con un siete por ciento y 62 millones en términos absolutos.

    Las regiones de África y Asia y el Pacífico juntas alcanzan la cifra de casi nueve de cada diez niños en situación de trabajo infantil en todo el mundo. La población restante se divide entre las Américas (11 millones), Europa y Asia Central (6 millones) y los Estados árabes (1 millón). En términos de incidencia, el cinco por ciento de los niños están en situación de trabajo infantil en las Américas, el cuatro en Europa y Asia Central, y el tres en los Estados Árabes.

    A pesar de que el porcentaje de niños en trabajo infantil es más alto en los países de bajos ingresos, su número es en realidad mayor en los países de ingresos medios: el nueve por ciento en los países de ingresos medios bajos, y el siete, en los de ingresos medios altos. Las estadísticas sobre el número absoluto en cada grupo de ingresos nacionales indican que 84 millones de niños están en situación de trabajo infantil, el 56 por ciento de los cuales vive en países de ingresos medios, y otros 2 millones viven en paises de altos ingresos.

    La Asamblea General de las Naciones Unidas ha adoptado por unanimidad la resolución por la que se declara a 2021 como el año internacional para la eliminacioón del trabajo infantil y ha pedido a la Organización Internacional del Trabajo que asuma el liderazgo de la implementación.

    La resolución subraya el compromiso de los Estados Miembros de “Adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas.”

    La Asamblea General reconoció la importancia del Convenio sobre la edad minima y del Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil –cuya ratificación por los 187 Estados Miembros de la OIT es ya casi universal– así como la de la Convención sobre los Derechos del Niño.