Federación de Enseñanza de CCOO | 6 noviembre 2025.

CCOO Enseñanza reafirma su compromiso contra el acoso y el ciberacoso

  • El Consejo Federal de CCOO Enseñanza aprobó ayer una resolución al respecto.

06/11/2025.
Consejo Federal de CCO Enseñanza

Consejo Federal de CCO Enseñanza

Desde CCOO Enseñanza reafirmamos nuestro compromiso histórico con la defensa de una educación segura, inclusiva y equitativa. El acoso y el ciberacoso, en cualquiera de sus formas, constituyen hoy uno de los mayores retos de nuestro sistema educativo. Diferentes informes nos explicitan que estas violencias no son solo un problema personal y de salud por quien las padece, por quien las ejerce o por quien las presencia, sino que son un verdadero problema social que comporta una violación de los derechos fundamentales de las personas y de los derechos de la infancia.

Además, de la extrema gravedad del acoso, el ciberacoso, supone un cambio de paradigma sin precedentes, en el que se produce un cambio del espacio –este ya no se restringe al entorno educativo o de ocio– y del tiempo, pues ya no se limita a las horas en las que se permanece en un lugar, sino lo que sucede en Internet, se queda en la Red para siempre, y esto supone una presión psicológica muchísimo mayor, cuyo abordaje desborda a la comunidad educativa. Este debe ser entendido como un problema social y una amenaza directa a los derechos fundamentales de la infancia y la adolescencia. El ciberacoso va más allá del sistema educativo y es imprescindible aunar esfuerzos y estrategias con todos los agentes implicados.

Estas violencias no son hechos aislados. Son reflejo de un modelo social liberal, competitivo e individualista que desatiende el respeto, la empatía, la educación emocional y el valor de la cooperación. Sabemos que sus consecuencias –físicas, psicológicas y sociales– pueden ser devastadoras y prolongarse durante años, afectando al desarrollo pleno de la persona a lo largo de toda su vida.

Los datos son contundentes y no permiten ni la indiferencia ni la inacción.

Según el último informe de la OCDE de PISA (2024):

  • En España, el 6,5% del alumnado sufre acoso con frecuencia.
  • El 15,8% es víctima de acoso al menos varias veces al mes. El porcentaje sube al 21% en alumnado de origen migrante.
  • El 10% se ha quedado alguna vez en casa para evitar sentirse inseguro en la escuela.
  • Las víctimas de acoso presentan mayores niveles de infelicidad, miedo y malestar emocional.

Los colectivos más vulnerables siguen siendo los mismos: alumnado con discapacidad, con identidades y orientaciones sexuales diversas, procedente de minorías culturales o de entornos desfavorecidos. El último informe de la FELGTBI+ nos alerta, además, de una realidad estremecedora: el 17% de las personas LGTBIQ+ que sufrieron acoso ha intentado quitarse la vida.

Estamos, por tanto, ante una emergencia social y educativa. Y una de sus dimensiones más complejas es el ciberacoso, que traslada la violencia al ámbito digital, amplificando el daño y la exposición. La expansión de las redes sociales y el uso precoz de las pantallas ha generado un terreno fértil para nuevas formas de agresión, control y humillación. La educación digital responsable, tanto en los centros como en las familias, debe ser una prioridad.

A todo ello se suma un factor estructural que no podemos ignorar: la falta de inversión educativa. En 2022 el gasto apenas alcanzó el 4,62% del PIB y en 2023 descendió al 4,53%, muy lejos del 6% recomendado internacionalmente. Sin recursos suficientes, es imposible garantizar la atención emocional, la convivencia positiva o la formación del profesorado que requiere esta problemática.

Frente a esta realidad, no queremos quedarnos en el diagnóstico. Venimos a proponer medidas concretas, realistas y urgentes para transformar los centros en espacios seguros, inclusivos y libres de violencia.

Propuestas para la acción sindical y educativa

  1. Incrementar la inversión educativa hasta alcanzar, como mínimo, el 7% del PIB, asegurando recursos estables para la prevención y la intervención.
  2. Reducir las ratios en todas las etapas educativas, porque solo con grupos más pequeños es posible una atención personalizada y preventiva.
  3. Incorporar profesionales educativos especializados en coordinación de convivencia, bienestar emocional y coeducación con dedicación completa y reconocimiento profesional.
  4. Actualizar los protocolos contra el acoso y el ciberacoso, reforzando los canales de denuncia, la protección de las víctimas, con medidas para la restitución y la formación obligatoria del personal docente y no docente.
  5. Impulsar los Planes Educativos de Entorno (PEE) y la colaboración con entidades locales, servicios sociales y centros de salud mental para abordar la violencia de forma comunitaria.
  6. Reforzar los equipos docentes y los consejos escolares, dotándolos de tiempo y espacios reales de coordinación, reflexión y acompañamiento.
  7. Aumentar los perfiles multidisciplinares en los centros (educadores/as e integradores/as sociales) para atender la salud emocional y mental del alumnado durante el horario lectivo y en los espacios de comedor y ocio educativo.
  8. Potenciar la acción tutorial, la mediación y la educación emocional, promoviendo la ayuda entre iguales y los enfoques restaurativos.
  9. Desarrollar programas de apoyo a las familias, especialmente en contextos de alta vulnerabilidad, para fortalecer la corresponsabilidad educativa.
  10. Apoyar y formar a los equipos directivos y de orientación en la gestión de la convivencia y la resolución de conflictos.

La lucha contra el acoso y el ciberacoso no puede depender solo de la buena voluntad del profesorado, ni del resto de las y los profesionales de la educación, ni del esfuerzo individual de los equipos directivos. Es una responsabilidad colectiva, que exige políticas públicas valientes, recursos humanos y económicos suficientes y una educación basada en la igualdad, el respeto y con una mirada constructiva de la sociedad donde se fomente el valor de la empatía y donde cada niño, niña y adolescente se sienta acogido.

Desde CCOO Enseñanza reclamamos un compromiso firme de todas las administraciones educativas y de toda la comunidad educativa. Porque una escuela y unos centros socioeducativos que conviven, cuidan y respetan son el fundamento de una sociedad democrática y justa.

Erradicar el acoso es posible, pero solo si lo hacemos juntas y juntos, y con un compromiso firme y urgente.