Federación de Enseñanza de CCOO | 10 diciembre 2024.

La LOSU sigue sin atajar los problemas importantes del sistema universitario

  • El texto omite referencias fundamentales sobre la negociación colectiva

CCOO aplaude la incorporación de algunas demandas del sindicato en el nuevo documento, pero se muestra crítico con otros aspectos de la propuesta que tacha de generalistas o que simplemente no abordan algunas de las necesidades más urgentes. A la vez, insta al Ministerio a contar con los agentes sociales para un proceso de diálogo y negociación.

11/05/2022.
Son muchos los problemas y, en algunos casos, no parece que una ley orgánica sea el mejor mecanismo para resolverlos.

Son muchos los problemas y, en algunos casos, no parece que una ley orgánica sea el mejor mecanismo para resolverlos.

El pasado 9 de mayo se difundió una nueva versión de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), el primer texto publicado desde la toma de posesión del ministro Subirats en diciembre de 2021. En el documento, continuista respecto a versiones anteriores, se recogen algunas propuestas de CCOO, aunque se mantienen algunos puntos en conflicto.

Lo primero que cabe preguntarse es qué pretende resolver la LOSU. En una primera lectura, la Federación de Enseñanza de CCOO estima que siguen sin solucionarse los grandes problemas de la Universidad:

  • Falta de financiación (aunque se recoge que se destinará como mínimo el 1% PIB a la educación universitaria pública en el conjunto del Estado).
  • La ausencia de una carrera académica clara y definida.La falta de políticas activas de eliminación de la precariedad y la temporalidad (si bien es cierto que se limita la temporalidad en las universidades públicas con una nueva formulación).
  • Actualización, previa negociación, de los decretos de retribuciones y de dedicación del profesorado universitario.
  • Ambos están claramente desactualizados y necesitan urgentemente una revisión, que se podría encuadrar en el Estatuto del PDI (el cual se vuelve a posponer un año más).

Entre las novedades de este documento destacan:

  • Es una ley muy prolija en algunos aspectos y demasiado generalista en otros.
  • Se enfatiza el papel de la Universidad como servicio público, cuestión demandada por CCOO en la etapa del anterior ministro.
  • El compromiso de agilizar las convalidaciones de títulos y los procedimientos migratorios resulta acertado.
  • El sindicato celebra la concepción de las becas como derecho subjetivo ligado a la situación socioeconómica, demanda reiterada por CCOO, aunque no desaparezca la mención a los criterios académicos.
  • Se incorpora un representante sindical en el Consejo de Universidades (propuesta de CCOO).
  • Se sigue sin contemplar la Mesa Sectorial de Universidades.
  • Se mantiene la anomalía en los cargos electos de mandatos únicos de 6 años. Para CCOO es importante que se mantengan los dos mandatos de 4 años, de acuerdo con las normas establecidas en diversas estructuras del Estado.
  • Se desvincula el Consejo Social de la comunidad universitaria, excluyendo a los miembros del ámbito universitario, lo que sin duda afectará a su funcionamiento y alejará sus decisiones del ámbito académico.
  • Se establece el sufragio universal para rectores y rectoras, y para decanos y decanas, lo que consideramos un avance positivo.
  • Se establece la posibilidad de acreditación del profesorado de los cuerpos docentes universitarios por parte de las agencias de evaluación autonómicas, con el consiguiente riesgo de ruptura de homogeneidad en los procesos de acreditación, lo que puede afectar a la movilidad.
  • Se echan de menos referencias a la negociación colectiva para determinar las condiciones de trabajo del profesorado: salarios, dedicación, etc.
  • Desaparece la figura de profesor ayudante, lo que pone en duda el acceso al sistema universitario en el periodo predoctoral.
  • Se mantiene la doble vía laboral/funcionarial, aunque se establece una mayoría de profesorado universitario funcionario.
  • Se desregula casi completamente la composición de los órganos colegiados, y además las funciones de centros (facultades y escuelas) y departamentos.Se deriva al desarrollo de posteriores decretos lo relacionado con la creación de universidades privadas y criterios de calidad de estas.
  • A falta de una valoración más detallada, esperamos que desde el Ministerio se establezca un proceso de diálogo y negociación que permita discutir los problemas de la Universidad española y mejorar las condiciones de trabajo de las plantillas.

Son muchos los problemas acuciantes y, en algunos casos, no parece que una ley orgánica sea el mejor mecanismo para resolverlos. La Federación de Enseñanza de CCOO está dispuesta a realizar propuestas y a trabajar por una Universidad pública de calidad para todos y todas, porque una cosa está clara: para desarrollar una Ley que realmente mejore las condiciones de la Universidad española, el ministro debe contar con CCOO.