Federación de Enseñanza de CCOO | 26 abril 2024.

¡No a la demolición del colegio de Ras At-Tin!

    CCOO denunciamos una vez más la política de demoliciones de las autoridades israelíes que, según cifras de UNRWA “desde 2016 suponen cerca de 2.500 infraestructuras de propiedad palestina en toda Cisjordania, incluida Jerusalén Este, provocando el desplazamiento forzoso de más de 3.000 palestinos. El 38% de todos ellos son refugiados y más de la mitad, niños y niñas”.

    11/11/2020.

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    Ras at-Tin es una de las 40 comunidades beduinas del centro de Cisjordania, que están a la espera de ser trasladadas por la fuerza a la ciudad planificada de Nuweima, al norte de Jericó. Unos 12.000 beduinos serán reasentados en un área territorialmente limitada, sin consideración por las necesidades de los residentes, su forma de vida y su cultura. Por ahora, este plan en particular se ha detenido, pero las intenciones israelíes de demolición y expulsión siguen en curso. Ello incluye la amenaza de demolición de su escuela.

    Durante el período 2019-2020, según denuncia la Organización Internacional del Trabajo (OIT), prosiguieron las demoliciones e incautaciones de estructuras palestinas, especialmente en la zona C, aumentaron el número de desalojos así como la violencia de los colonos, siendo Jerusalén Este y Hebrón, en particular, foco de tensiones crecientes entre colonos y palestinos.

    Como consecuencia de la ocupación, las dificultades de acceso a los colegios y la demolición de las estructuras, muchos menores quedan privados de su derecho a la educación y suelen verse abocados a trabajos precarios, peligrosos y en horarios prolongados según ha denunciado esta agencia de Naciones Unidas en su informe sobre Palestina de 2019.

    Según los datos de las encuestas de hogares disponibles que proporcionan la OIT y el Ministerio del Trabajo de Palestina está aumentando el número de niños que trabajan como vendedores ambulantes informales en los cruces de calles o que se dedican a la mendicidad.

    Además y debido a la expansión de la pandemia del COVID19, en el caso de los escolares de Ras at-Tin (que antes se desplazaban a las escuelas de otras comunidades) atienden sus clases en un colegio en su propia comunidad que es actualmente la única oportunidad de poder seguir una formación cerca de sus hogares.

    La demolición del colegio de Ras at-Tin privaría a estos menores de la única opción de ejercer su derecho a la educación pero, sin embargo, ha sido aprobada por los tribunales israelíes y aunque se ha presentado un recurso ante la Corte Suprema israelí, las organizaciones que están trabajando en el terreno no aseguran que pueda tener éxito.

    En general, la situación de los colegios en comunidades del Área C de Cisjordania es de extrema gravedad, con difícil acceso. En análisis de la organización Bimkom, “el 63% de los caminos que conectan los hogares de los menores con sus colegios (un total de 169 caminos), tienen un recorrido de más de dos kilómetros. El otro 37% (98 caminos en total) tienen un recorrido de hasta más de cinco kilómetros. Alrededor del 43% de los caminos que conectan los colegios con las comunidades son dificultosos, lo que significa que una proporción significativa de los menores palestinos se ven obligados a recorrer un camino largo y peligroso para llegar a su colegio cada día. En épocas de clima desfavorable, algunos de los caminos se vuelvan intransitables, obligándoles a muchos menores palestinos de estas comunidades a perder días de colegio, o incluso, a abandonar sus estudios por completo”.

    Además de las dificultades de acceso, las comunidades se enfrentan a las amenazas de órdenes de demolición y a las demoliciones reales de colegios en el Área C. Así la política de planificación de Israel en el Área C limita severamente cualquier desarrollo palestino, incluido el establecimiento de colegios, por lo que existe un peligro real de demolición para las infraestructuras que ya existen. Hasta la fecha, la Administración Civil Israelí (ICA) ha emitido 54 órdenes de demolición contra colegios en el Área C, de los cuales aproximadamente la mitad están en proceso judicial. Dos colegios ya han sido demolidos, el más reciente en 2015.