Federación de Enseñanza de CCOO | 2 mayo 2024.

FECCOO exige que la COP28 sea la cumbre de la esperanza para el clima y la humanidad

    El sindicato exige a todos los países presentes en esta cumbre que no le den la espalda al planeta ni al futuro.

    01/12/2023.
    CCOO pide responsabilidad y recursos para reaccionar a las consecuencias del cambio climático antes de que sea demasiado tarde

    CCOO pide responsabilidad y recursos para reaccionar a las consecuencias del cambio climático antes de que sea demasiado tarde

    Se acerca el final de 2023 y es el momento elegido para que representantes de casi 200 países se den cita has el 12 de diciembre en Dubái, capital de los Emiratos Árabes Unidos –uno de los diez mayores productores de petróleo del planeta y de los que menos respetan los Derechos Humanos y que parece que pretendía firmar acuerdos secretos con otros países para la venta de su crudo– en la 28ª Cumbre del Clima de la ONU, más conocida como COP28, un evento que siempre decepciona, pero que su mera existencia supone siempre un hálito de esperanza, y así lo entendemos en la Federación de Enseñanza de CCOO (FECCOO). Esta cumbre, además, tiene lugar en un momento muy convulso a nivel geopolítico, con dos conflictos abiertos de gran relevancia y repercusión (la guerra de Ucrania y el genocidio del pueblo palestino a manos de Israel), el enfrentamiento siempre latente en el mar de China Meridional y la pugna de EE. UU. contra China para frenar su inevitable pérdida de hegemonía y el desarrollo de un nuevo mundo multipolar.

    Esta cumbre llega justo en el que va a ser el año más cálido en la historia de la humanidad desde que existen registros. Y, una vez más, a pesar de los avisos que nos está dando el planeta a base de olas de calor, huracanes, tornados, derechos y tifones, sequías pertinaces, las DANA y toda una serie de eventos meteorológicos extremos, la Humanidad ha seguido aumentando las emisiones globales de CO2; y, lo que es peor, que muchos gobiernos siguen aprobando planes que suponen un aumento en la producción de combustibles fósiles, lo cual supone que el rumbo que siguen la mayoría de gobiernos del planeta es totalmente contrario a lo que se necesita.

    Esta actitud de ceguera suicida, carente de lucidez y lógica, se lleva a cabo precisamente en un momento clave y trascendental. En estos momentos existe tecnología y se conocen sobradamente las soluciones a adoptar para revertir o, al menos, tratar de paliar los efectos nocivos y perniciosos de la actividad humana y encima, todavía disponemos de un cierto margen en cuanto a la disponibilidad de esos combustibles fósiles, que en lugar de seguir alimentando la maquinaria de la destrucción generada por el capitalismo occidental, se deberían emplear en abordar de una forma decidida y rápida la transición a un nuevo modelo energético y, sobre todo, a un nuevo modelo de sociedad en la que el consumismo, la obsolescencia programada, el desarrollismo y el progreso económico indefinido, así como el agotamiento de los recursos naturales de todo tipo, sean los mantras y la deidad a la que sigan las élites y las sociedades planetarias en general.

    Por lo pronto, esta COP evaluará los resultados de los compromisos adquiridos en la Cumbre de París de 2015, que a todas luces están muy lejos de ser cumplidos, pero que hay que seguir exigiendo que se cumplan y así lo manifestamos desde FECCOO. Todo esto se abordará en tres agendas de trabajo: mitigación, adaptación y financiación. Hay que seguir manteniendo viva la obligación de no superar los 1,5ºC de aumento de temperatura a escala global y respetando que el pico de emisiones se sitúe como mucho en 2025, para iniciar a partir de ahí un descenso, cuanto más vertiginoso mejor. Por otra parte, debemos situar las temperaturas por debajo de los dos grados de aumento global y para ello es imprescindible que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) disminuyan al menos entre un 28% y un 42% de aquí a 2030, como ansía el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) y poniendo una fecha al fin del carbón, el petróleo y el gas como motores energéticos de nuestras sociedades, debiendo alcanzarse las cero emisiones netas para 2050 si de verdad queremos limitar el calentamiento global. Todo ello haciendo recaer la mayor parte del esfuerzo, por lógica, en los países más desarrollados. Todos estos acuerdos y compromisos deberán estar acompañados por un plan de financiación adecuado y a la altura de las circunstancias.

    Todo lo que nos aleje de estos objetivos supone adentrarnos en un terreno desconocido, por cuanto los modelos climáticos no son capaces de determinar con claridad los efectos que un aumento mayor de la temperatura global tendrá en las diferentes regiones de la Tierra. Pero la realidad es que, si seguimos aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero al ritmo actual, y siguiendo lo dicho en marzo de este año por los científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el calentamiento del planeta alcanzaría niveles récord y la temperatura global del planeta podría subir hasta tres grados con respecto al período preindustrial, y eso, en el mejor y más conservador de los pronósticos. Por eso, desde FECCOO exigimos a todos los países presentes en esta cumbre que no le den la espalda al planeta ni al futuro, y que apuesten por la vida.

    El Estado español, al ostentar la presidencia de la UE, hablará en nombre de los países de la Unión en Dubái y por ello debemos exigirle que trabaje en la Cumbre del Clima para lograr acuerdos urgentes, adecuados y vinculantes, en línea con lo que el planeta necesita. Y esto es lo que desde FECCOO le pedimos que haga con claridad y valentía.

    Pero, si nos ceñimos al ámbito educativo, desde CCOO instamos al Ministerio de Educación, así como a las distintas comunidades autónomas, puesto que son ellas las que tienen transferidas las competencias en esta materia, que, de una vez por todas, aborden en nuestro país las reformas necesarias, imprescindibles y urgentes en materia de adecuación de todos los centros educativos de nuestro Estado a la nueva realidad climática. Es perentorio que se adecúen las instalaciones de nuestros colegios, institutos y universidades para hacer frente al aumento de las temperaturas y su extensión temporal, así como abordando una reducción clara de las emisiones de GEI que estos centros realizan.

    Desde CCOO llevamos años pidiendo a las distintas administraciones que aborden esta situación. A lo más que han llegado es a anunciar planes para llevar a cabo medidas encaminadas a esto, pero la realidad es que no tienen la dotación presupuestaria apropiada y los montos que anuncian son ridículos para las necesidades reales que existen; peor aún, es que ni van en la línea adecuada.

    Desde FECCOO exigimos que se haga una evaluación exhaustiva de todos los centros educativos del Estado, que se vea en qué condiciones están y se elabore un plan de adecuación que contemple medidas educativas encaminadas a fomentar la concienciación entre la comunidad educativa y apostando por el desarrollo de titulaciones de FP relacionadas con la sostenibilidad y el medio ambiente, medidas para un uso sostenible de los materiales educativos en los centros, haciendo un uso racional y sostenible de ellos, y apostando por el reciclaje y la reutilización de residuos, huyendo de los plásticos; planes para implementar una movilidad sostenible en el ámbito educativo, planes de adecuación de los centros educativos fomentando infraestructuras e instalaciones sostenibles y bioclimáticas que apuesten por el autoconsumo energético, y el uso racional del consumo de agua y que estipulen el consumo de productos biológicos y de proximidad en los comedores escolares con cocinas propias, entre otras medidas similares. Pero, sobre todo, desde CCOO exigimos que todas estas actuaciones no solo se anuncien, sino que se pongan en marcha y sean dotadas de las partidas presupuestarias necesarias para llevarlas a cabo en el menor tiempo posible.

    En CCOO no olvidamos que vivimos en un planeta finito y de recursos limitados, y que la humanidad no dispone de un plan B. No olvidamos que el neoliberalismo y el capitalismo extractivista y destructor son la causa de esta crítica situación y por eso les corresponde principalmente a los países desarrollados, como los que integran la UE, solucionar este problema. No olvidamos que el tiempo es nuestra espada de Damocles y en nuestras manos está que no nos atraviese, y cercene nuestras vidas y las de las generaciones venideras. Sobre todo, no olvidamos que la inversión que se realice hoy reducirá gastos y sufrimientos futuros a la Humanidad y podrá evitar una nueva extinción masiva, incluida la de nuestra depredadora especie.

    Por eso, desde la Federación de Enseñanza de CCOO instamos a que esta COP28 sea, por fin, la cumbre que ponga luz y alumbre el camino de esperanza que todas y todos queremos y necesitamos.