Federación de Enseñanza de CCOO | 28 abril 2024.

El acceso a la educación en tiempos de crisis: una tarea pendiente

    En una época marcada por niveles sin precedentes de desplazamientos prolongados a escala mundial, el 18 de diciembre, Día Internacional de las personas migrantes, el mundo hace frente a un desafío crucial: garantizar el derecho a la educación de millones de niñas, niños y jóvenes en situación de refugio.

    19/12/2023.
    La educación es un salvavidas en tiempos de crisis, que proporciona esperanza en medio de la incertidumbre

    La educación es un salvavidas en tiempos de crisis, que proporciona esperanza en medio de la incertidumbre

    La UNESCO, en colaboración con ACNUR, ha publicado dos informes sobre su inclusión, antes del Foro Mundial sobre Personas Refugiadas, en el que ha participado activamente la Internacional de la Educación, donde se pone de relieve, una vez más, el objetivo de reforzar los sistemas educativos nacionales con miras a la inclusión integral del alumnado refugiado en todos los niveles.

    La educación es un salvavidas en tiempos de crisis, que proporciona esperanza en medio de la incertidumbre a millones de personas refugiadas. La inclusión en los sistemas educativos nacionales puede ayudar a los gobiernos de acogida a garantizar un acceso equitativo a la educación, fomentar la cohesión social y proporcionarles las herramientas necesarias para reconstruir sus vidas. Sin embargo, a menudo no se tiene en cuenta a las personas refugiadas en la elaboración de políticas educativas ni en la recopilación de datos, lo que impide al alumnado vulnerable acceder a un futuro mejor.

    Aunque tres de cada cuatro países estudiados garantizan el acceso de refugiados/as a la educación, a menudo no se consigue su plena inclusión. Los marcos jurídicos y las políticas carecen de disposiciones inclusivas, lo que obstaculiza su progresión en los sistemas educativos. También hacen frente a restricciones en su derecho a permanecer o trabajar en los países de acogida, lo que limita su capacidad para contribuir de manera significativa a las sociedades y sacar provecho de su educación para construir un futuro sostenible.

    Durante el Foro Mundial sobre Personas Refugiadas que se celebró en Ginebra del 13 al 15 de diciembre, la Internacional de la Educación (IE) enfatizó todos los esfuerzos que se están haciendo desde la organización para apoyar los derechos de las y los docentes en contextos de desplazamiento forzado y crisis. A pesar de su trabajo esencial y sus difíciles circunstancias, quienes trabajan en contextos afectados por el desplazamiento y la crisis son prácticamente invisibles en las políticas, estrategias y marcos educativos y de refugiados/as a nivel mundial. De ahí que desde la IE se esté liderando, dentro del Pacto Mundial sobre Personas Refugiadas de Naciones Unidas, todas las acciones en materia educativa. 

    Desde la Internacional de la Educación se están recaudando fondos (dentro del capítulo de Solidaridad internacional) que proporcionen una "financiación puente" para los salarios de las y los docentes cuando se produzcan crisis y desplazamientos forzados, para apoyar la participación de los sindicatos de la educación en políticas y el diálogo social en torno a la inclusión de las personas refugiadas en los sistemas educativos nacionales.

    Durante el Foro, en el que participaron ponentes de la UNESCO y de organizaciones y países que acogen alumnado refugiado, se contó con el testimonio de Stella Oryang Aloyo, una maestra refugiada de Sudán del Sur que trabaja en el Asentamiento de Refugiados de Palabek en el distrito de Lamwo, Uganda. Aloyo destacó la terrible realidad del profesorado en contextos de personas refugiadas y su compromiso con sus estudiantes, y recordó a la comunidad internacional la necesidad urgente de apoyar al colectivo docente.

    Destacó los bajos salarios que se retrasan durante largos períodos de tiempo, las malas condiciones de trabajo y una falta de oportunidades de desarrollo profesional continuo, por nombrar solo algunas. Todos estos factores contribuyen a la alta tasa de deserción docente en contextos de desplazamiento forzado y alimentan la escasez de personal educativo.

    En el Informe El derecho a la Educación y a las oportunidades (ACNUR, 2023) se presentan los desafíos a los que se enfrentan casi 15 millones de niñas y niños refugiados en edad escolar. También destaca los logros y las aspiraciones de personas jóvenes refugiadas que, con el apoyo adecuado, lograron los objetivos educativos más altos gracias a la perseverancia, la resiliencia, la determinación y un enorme esfuerzo.